POLÉMICA POR LA DISTRIBUCIÓN DE LOS FONDOS PÚBLICOS
El gobierno de Luis Beder Herrera admitió estar "preocupado": en el primer semestre de 2009 acumula un déficit de $ 96 millones. Aseguran que no tienen margen para aumentar los sueldos .
El gobernador riojano Beder Herrera afronta los pedidos de aumentos que llegan desde los sindicatos que nuclean a trabajadores estatales. (DyN)La Rioja se suma a la lista de provincias argentinas con problemas económicos debito a un millonario déficit de casi 100 millones de pesos que lleva acumulado. En su edición de este domingo, Crítica de la Argentina relató el delicado presente que atraviesan las administraciones estatales en Tierra del Fuego, Río Negro, Mendoza, Chaco, Santa Cruz y Buenos Aires.
El ministro de Hacienda riojano, Ricardo Guerra, admitió estar "preocupado" porque en el primer semestre de este año, el Estado provincial lleva acumulado un déficit de "96 millones de pesos" y adelantó que no tiene margen para aumentar los sueldos, como reclaman los gremios.
Los sindicatos que nuclean a trabajadores estatales piden aumentos que lleven sus sueldos de bolsillo, que hoy están en un promedio de mil pesos, a entre mil quinientos y mil ochocientos pesos.
Según los números dados a conocer por el funcionario a través del diario El Independiente, "hasta el 30 de junio último ingresaron a la Provincia en concepto de fondos de libre disponibilidad 840 millones de pesos y el gasto en igual periodo ascendió a 936 millones de pesos.
Es decir, "se gastó un 11 por ciento más de lo que ingresó, por lo que el déficit del primer semestre es de poco más de 96 millones de pesos".
PANORAMA COMPLICADO. La derrota electoral obligó a la Casa Rosada a abrirles las puertas a los gobernadores que, por primera vez en la era K, se atrevieron a reclamar en público un cambio en la distribución de los fondos públicos. Pero esa señal de debilidad no es exclusiva del matrimonio presidencial: los propios mandatarios provinciales están acorralados en sus distritos por los intendentes que, carentes de recursos fiscales, amenazan con desatar una rebelión en cada parroquia.
El argumento que los jefes comunales les llevan a los gobernadores es el mismo que los mandatarios provinciales le acercan a la Presidenta: si no les mandan plata, cerrarán el año en rojo y no podrán hacer frente al pago de salarios.
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