El viernes dos hechos pusieron en el centro de la escena la particular concepción de la Justicia que reina en la provincia. Mientras, la dirigente ambientalista, Carina Díaz Moreno fue citada y detenida en forma expeditiva, por una causa sospechada de ser armada por funcionarios provinciales. Aún permanecen impunes y sin sanción, las abundantes denuncias sobre las violaciones a la ley electoral, que salpican a las principales autoridades de la provincia. La República, la Democracia y los anhelos de libertad, fraternidad e igualdad están heridos de muerte.
Locales - 26/06/2009
Cuando es el propio Gobierno electo el responsable de quebrar el orden institucional. No hay nada que ponga freno a la arbitrariedad de los funcionarios de turno. Tal es el caso de las Asambleas Ciudadanas por la Vida, que en los últimos dos años han sufrido un fuerte proceso de persecución y represión. Pero el mismo a partir del procesamiento de Carina Díaz Moreno y Marcela Crabbe, sube un escalón y se transforma en persecucíon político judicial.
La criminalización de la protesta, es un claro intento intimidatorio ejercido por el Estado para acallar las voces disidentes respecto del discurso único que se elabora en la Casa de las Tejas y se distribuye a tráves de la mayoría de los medios de comunicación provinciales.
Este viernes Díaz Moreno fue citada a declarar por orden del Juzgado de Instrucción Nª1 de Chilecito a cargo del doctor Alfredo Eduardo Ramos. Como es su derecho se abstuvo de prestar declaración indagatoria, y el juez Ramos ordenó su detención inmediata, por considerarla “presunta autora del delito previsto y penado por el artículo 194 del Código Penal Argentino” que no es más que entropecimiento de los servicios públicos, delito excarcelable y que no ameritaba la detención.
Pero para su liberación fue precisa la intervención de un abogado, quien presento a través de la burocracia judical el pedido de excarcelación. El cual fue inmediatamente autorizado por el juez Ramos.
En realidad el objetivo ya estaba cumplido era demostrar el poder del ejercicio de la violencia legítimada desde el Estado en contra de un ciudadano.
Los Individuos y el EstadoLa dependencia manifiesta de todos los ámbitos judiciales del Poder Político, desvirtúa todas las relaciones sociales. Sin Justicia, ni garantías constitucionales, los ciudadanos están a merced de los caprichos del poder político. En este marco, el contrato social sobre el cual deberíamos basar nuestra convivencia es brutalmente desgarrado, en aras de interéses individuales o de clase.
En este caso particular, de una casta política que desde hace 27 años se perpetúa en el poder. Y en un marco de impunidad total, desplegó el viernes todos los recursos del Estado (que pertenecen a todos los riojanos) para violentar el Código Electoral Nacional.
Que vale aclararlo es la norma que fija las reglas de juego, para que la salud de nuestra Democracia no se resienta.
Ante los hechos ocurridos hoy en La Rioja, y la consecuente inacción de la Justicia Electoral debemos decir que la Democracia Riojana está herida de muerte, y con ella, la transparencia de los comicios del próximo domingo estará fuertemente sospechada.
La República, la división del gobierno en tres poderes independientes, surgió luego de que la Revolución Francesa iniciada en 1789 decapitara literalmente a la corte real.
Nunca como antes, en la historia de la humanidad, se había visto la necesidad de elaborar un sistema de control que permitiera defender y garantizar el derecho de los individuos ante las arbitrariedades del Poder.
Libertad, fraternidad e igualdad se convirtieron en los objetivos a conquistar y garantizar. La democracia, el gobierno del pueblo por el pueblo, es parte de ese proceso de búsqueda que involucró a toda la humanidad sin excepción.
Las leyes no eran, o no deberian ser, más que la explicitación del contrato social sobre el cual edificaríamos nuestra convivencia. Cuando este contrato se rompe, necesariamente deben surgir los castigos. Porque está en juego la propia superviviencia del acuerdo colectivo sobre el cual ordenamos nuestras vidas.
Como dijimos antes, la República, la Democracia y los anhelos de libertad, fraternidad e igualdad están heridos de muerte en la Rioja.
