Nota colaboración del Ing. Julio A. Romero
http://www.inpade.org.ar/boletin/boletin-oet/oetmayojun08.htm#ar5
Hemos recibido la siguiente denuncia de parte de nuestro suscriptor, el Ing. Agrónomo Julio A. Romero, Presidente de Cotra sobre el problema de las aceituneras en la provincia de La Rioja.
El que suscribe es observador de los daños que realizan las transnacionales con sede en Argentina, en contra del medio ambiente, en mi condición de Presidente de La Cámara de Olivicultores Tradicionales de La Rioja , con sede en Aimogasta .
En esta temporada, las firmas que componen el monopolio agroaceitunero están elaborando mas de 50 millones de kilos de aceitunas, que en un 80 % proviene de los fabulosos emprendimientos promovidos con plata de todos los Argentinos.
Estos proyectos han sido favorecidos con montos superiores a los 7 mil millones de dólares, a 20 años de gracia, a tasa cero y sin actualización por inflación. A esto se suma la posibilidad de que ese dinero nunca nos sea devuelto porque muchos de quienes reciben los préstamos son amigos y socios del poder, otros nunca lo ejecutaron y unos pocos están fracasando intencionalmente para que estas ayudas sean decretadas como un nuevo “borrón y cuenta nueva”.
Estas producciones son industrializadas por un monopolio agroaceitunero que usa 600 tn de soda cáustica pura y 2000 tn de sal de cocina seca. Estas soluciones químicas altamente tóxicas, junto con los lavados, utilizan 100 millones de litros de agua pura durante los procesos de elaboración. Cuando estos finalizan, la tiran en los campos fiscales y privados, con los consiguientes daños al medio ambiente y a los lugareños, quienes son presionados por las autoridades de turno para que no digan nada porque sino el Estado no les da trabajo.
Este punto también es muy controvertido, porque el monopolio no toma obreros sino servicios laborales que se lo dan 2 o 3 cooperativas de trabajo, de manera que con esta modalidad eluden el cumplimiento de las leyes laborales.
Ante esta situación, algunos particulares realizaron denuncias porque el río que evacua estos efluentes industriales mata animales cuando la beben.
El principal responsable de este daño en contra del patrimonio de los lugareños, es la firma San Juan de los Olivos, cuya inversora es Roemer.
Sería interesante que ahora que va a venir el vicepresidente de la Nacion, Ing. Cobos, para la fiesta nacional de la Olivicultura, envíen una delegación para que los medios de prensa nacionales difundan nuestras denuncias locales.
Hasta el momento, estos daños los estamos pagando los lugareños porque las napas freáticas se están alcalinizando y salinizando, los algarrobos se están secando y a los pobladores aguas abajo les pronostican enfermedades dentales por los efectos malignos de estas aguas industriales.
