viernes, 9 de septiembre de 2011

Buscan yacimientos petrolíferos en la localidad de Guandacol


Desde la empresa se aclaró que los resultados finales de la investigación estarán a principios del 2012.

Ayer, funcionarios provinciales visitaron la localidad de Guandacol, donde Yacimientos Petrolíferos Fiscales S.A. está realizando la fase exploratoria en búsqueda de petróleo.
El secretario de Minería de la Provincia, Oscar Lehz informó que la Provincia no invierte en nada de este emprendimiento, que lleva tres años de exploración y por el cual se firmó un contrato, donde se aclaró que desde YPF no tiene injerencia en esos terrenos, “solamente se realizan inspecciones por intermedio de actividad sísmica”, aclaró el Gerente de Exploración Nuevas Cuencas y Plan Exploratorio Argentino.
Por su parte, los medios de comunicación presentes, entre ellos un equipo periodístico de NUEVA RIOJA pudieron constatar las diferentes etapas que se realizan en esta etapa de exploración, por intermedio de actividad sísmica.
Todos beneficiarios
En tanto que estos datos también benefician al departamento Coronel Felipe Varela, por lo cual el intendente Hugo Páez y funcionarios de su gabinete también fueron parte de la comitiva que inspeccionó estos trabajos realizados por YPF.
“Se hizo una presentación realizada por YPF, en la cual uno de los principales inspectores es el director de Minería, Eduardo Romero, donde se está llevando a cabo actividad sísmica con equipos modernos, previstos por la misma empresa”, informó el secretario de Minería, Oscar Lehz, quien aclaró que no hay inversión por parte de la Provincia, “salvo aquellos gastos que se hicieron en la licitación, hace tres años. La inversión de riesgo la hace YPF”, recalcó.
“En esta etapa ya se tomó mano de obra riojana, son 60 a 70 días que trabajan, pero es el inicio de este plan que se está realizando en su fase exploratoria”, reiteró.
“Hay que trabajar con otras áreas para el control de estos emprendimientos, de cara a la población tome conciencia de lo que se está llevando a cabo. Si tomamos en cuenta las zonas de Mendoza o el Sur argentino, vemos que hay muchas posibilidades de la creación de empresas de servicio y el movimiento económico que se lleva a cabo con este emprendimiento, en caso que dé buenos resultados”, indicó.
En tanto que el gerente de Geo Física de YPF, Juan Lavecchia explicó pormenorizadamente todas las fases que se realizan dentro de la exploración, por intermedio de actividad sísmica.
“En la zona que se denomina Bolsones del Oeste hay un radio de 270 kilómetros lineales de refracción y de reflexión para medir la cuenca y algunos trabajos de topografía y de cartografía. Después de recopilar los datos que arrojen esta actividad se va a procesar la información en la casa central y en el término de cuatro meses va a empezar la interpretación de la zona, dando factibilidad sobre  el tema”, aseveró el profesional, que al igual que los otros gerentes de YPF fueron cautos a la hora de precisar la factibilidad sobre yacimientos petroleros en la zona.
Lavecchia hizo hincapié en las medidas de seguridad, al igual que en el impacto ambiental que genera esta exploración. Agregó que para no estropear el ecosistema se utilizó la actividad sísmica, “y de última tecnología. De esta manera no se utilizan explosivos. También se está trabajando con un sismógrafo y con personal que es tomado de Guandacol. En tanto que otras 15 personas serán incorporadas en el corto plazo”, sostuvo.
“En la etapa inicial del proceso, al elevar el informe con el respecto estudio de base se detectaron los riesgos y se trabajó para minimizar estos riesgos, por lo cual se ha utilizado todas las facilidades que tiene Guandacol y Villa Unión. En estos casos se utilizan campamentos, que no hicimos para no estropear el ecosistema”, puntualizó.
Con respecto a ello, el secretario de Ambiente, Nito Brizuela garantizó que los trabajos que se están realizando cumplen con las normativas vigentes.
“Esto es importante porque necesitamos garantizar el cumplimiento, tanto a nivel nacional como provincial. Hemos visto que se usa tecnología, cómo la usan y los efectos que pudiesen tener. Esto se realiza con cualquier tipo de emprendimiento, no solamente con los mineros. Hay que aclarar que estos proyectos elevan su impacto ambiental, y nosotros realizamos un dictamen. A partir de allí se hace una resolución en base a lo inspeccionado por la Secretaría”, evaluó.
“Vemos que se utiliza maquinaria y hay que evaluar si ello tiene efectos colaterales, teniendo en cuenta la cantidad de flora que hay en el lugar. Por eso es que se ve que los caminos no son los mejores, pero precisamente es para que cuando se vayan, no se deje rastro de su paso, así no se estropea el ecosistema”, aclaró.
Los trabajos
YPF viene realizando estos trabajos desde el 2007. Para ello se firmaron dos convenios con la Provincia. Además, se realizaron inspecciones en otros bolsones, que se comenzaron a descartar debido a la inexistencia de indicios de algún sedimento de petróleo.
De acuerdo a lo explicado por el gerente de Exploración Nuevas Cuencas y Plan Exploratorio Argentino, Ricardo Calegari, el Bolsón del Bermejo (que comprende Guandacol y llega hasta el Sur, limitando con San Juan) es uno de los más sustanciosos para explorar, al igual que el Bolsón de Pagancillo, que comprende la ciudad de Villa Unión. Asimismo, también se harán trabajos de inspección, pero usando la información establecida con anterioridad para el Bolsón de los Llanos Riojanos, aunque se anticipó que no tendrá esa sustancia que se podría encontrar en el Oeste.
Por ello es que desde el Gobierno se firmó un segundo contrato, y se llamó “Bolsones del Oeste”, con lo cual YPF seguirá trabajando hasta fines de noviembre. Luego se llevará la información que se recopiló y  de allí se harán los análisis de factibilidad. En caso de encontrarse alguna “roca madre”, o sedimentos de petróleo, se tendrá que firmar un nuevo convenio entre las dos partes.
De cualquier manera fueron cautos a la hora de hacer un análisis de lo encontrado.
“Todavía está en una etapa de análisis y sería muy apresurado dar algún resultado”, anticipó Calegari.
Tras finalizar esta etapa de evaluación, desde YPF se entregará al Gobierno un DVD interactivo con todos los datos obtenidos en la investigación, como así también las imágenes satelitales y de cartografía que se confeccionó para los trabajos.

Extremaron las medidas de seguridad para la inspección
Antes de la visita a los lugares donde se realizan las actividades sísmicas en Guandacol, se dieron instrucciones precisas a la delegación. En ello se tuvo en cuenta las medidas ambientales como de seguridad.
Para ello se informó que los residuos se deben disponer en los recipientes de recolección, según las siguientes clasificaciones: biodegradables, incinerables, soterrables, residuos contaminados y patológicos.
“No se debe arrojar ningún tipo de residuos en el campo”, se informó en un folleto que se entregó a cada uno de los integrantes de esta visita.
“Nosotros somos la visita en un lugar ajeno a nosotros, por ende en nuestro paso no debemos arrojar la basura. Debemos cuidar este lugar que nos prestaron”, aclaró Calegari antes de comenzar la visita y charla de todos los procesos que se realizan en este lugar, que exactamente queda a unos 60 kilómetros de la localidad de Guandacol, puntualmente en cercanías a “El Zapallar”.
En una de las recomendaciones que se brindó fue por el tema de la flora y fauna.
“Hay zonas sensibles (plantaciones), circulación de vehículos en la localidad de Guandacol, seres vivos como víboras, arañas y alacranes”, dijeron y anticiparon al grupo a no dispersarse del resto.
De esta manera se extremaron las medidas de seguridad, para que el grupo vea cómo se trabaja en el lugar.
Además se hizo firmar una planilla con indicaciones médicas y de seguridad para los visitantes.
“Preservar el medio ambiente hoy, es asegurar el futuro”, concluye el folleto que sirvió de guía para la delegación compuesta por alrededor de 30 personas.
En las explicaciones que se vertieron al finalizar la excursión dictaminó que las exploraciones que se realizan en el valle del Bermejo son una de las que más posibilidades tiene de encontrarse algún yacimiento de petróleo.

La actividad sísmica dictamina la presencia de algún indicio de petróleo
La actividad sísmica es la que capta la profundidad y densidad de la zona subterránea. Para ello, desde el sismógrafo se envía el dato para que los camiones vibradores produzcan un movimiento en la tierra que envía una señal subterránea. Esa señal, al rebotar es captada por los sensores, que están ubicados cada 50 metros. Esos sensores envían la señal al sismógrafo, que codifica la información. De ese modo se analiza el rebote y las posibilidades de que se encuentren “rocas madres”, que son aquellas que expuestas a altas temperaturas pueden generar petróleo, o bien a pozos de petróleo. Pero inclusive en caso de encontrarse estos pozos, se debe analizar la composición de los mismos.
Para generar estas vibraciones se utilizan los camiones vibradores, que transitan por la zona ya confeccionada mediante la cartografía. Estos rodados cuestan alrededor de medio millón de dólares por día, y gastan 500 litros de gasoil por día.
En tanto que para la zona superficial se realiza mediante otro sismógrafo, que tiene 24 receptores.
Las inversiones
Estas inversiones son realizadas por YPF, y lo que se pretende es encontrar la factibilidad de pozos petrolíferos en La Rioja.
NUEVA RIOJA pudo constatar que en el momento de la explicación en el camión sismógrafo, los movimientos oscilatorios marcaron que no se trataba simplemente de la onda enviada por los receptores, sino que efectivamente era un sismo, que los receptores también captaron.
Inclusive, dentro del camión sismógrafo también se encuentran datos sobre la temperatura.
La comitiva también pudo subirse a los camiones vibradores y sentir las vibraciones que se perciben a la hora de subir y bajar las planchas que se encuentren debajo de los camiones. El maquinista Andrés Puca explicó al equipo periodístico de NUEVA RIOJA el manejo de estos camiones, que por su gran porte fueron una de las tantas atracciones tecnológicas que se encontraron en medio de la naturaleza del valle del Bermejo.

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