ANÁLISIS DEL FRENTE RIOJANO DE ORGANIZACIÓN POPULAR
La lucha de los pueblos contra el Plan Minero Extractivo lleva más de nueve años, cuando el pueblo de Esquel se levantó contra un proyecto extractivo en esa provincia. Desde entonces, los pueblos venimos denunciando la instalación de este tipo de proyectos en nuestros territorios. Hoy, la ‘agenda’ política y mediática lo ha instalado como un tema ‘coyuntural’, pero en realidad desnuda la puja entre dos proyectos de país diferentes. En este marco, la crónica que exponemos a continuación se realiza en base a los hechos ocurridos en las provincias de La Rioja, Catamarca y Tucumán, entre los meses de enero y febrero de 2012, e intenta, desde los hechos anecdóticos, exponer dicha puja y reflexionar respecto al rol del pueblo en la definición de sus rumbos. Por el Frente Riojano de Organización Popular para ANRed -RNMA
Capitalizar nuestras luchas cotidianas y diseñar nuestro proyecto
Dada la complejidad del conflicto y de la historia de lucha detrás de cada hecho, no podremos contemplar plenamente la coyuntura, pero haremos el intento de que se plasme lo mejor posible.
En La Rioja la lucha contra la mega-minería se inicia en el 2005 cuando comienza un proceso de resistencia de los pobladores de Famatina, una comunidad de 3500 habitantes. Esta resistencia trascendió las barreras departamentales a partir de los antecedentes expresados por el pueblo de Esquel (2003) con movilizaciones y la iniciativa de un plebiscito donde el “No a la explotación” fue contundente. Este hecho marcó un precedente importante y dejó dos huellas en el inconsciente colectivo:
1) La aseveración de que las multinacionales venían por nuestros recursos metalíferos, y que la extracción se haría a partir de la explotación a cielo abierto. Este tipo de emprendimientos, a diferencia de la explotación tradicional por socavón, incluye dinamitar la montaña, moler la piedra y, por medio de lavados con químicos (cianuro), en los diques de cola, separar la roca de los metales, principalmente el oro. Todo el proceso de lavado se realiza a cielo abierto.
Esta situación introdujo el elemento de la necesidad de formarnos e informarnos respecto a estos emprendimientos, sus particularidades y formas de manejo de estas empresas.
2) El otro elemento que introduce Esquel es que el pueblo movilizado puede resistir a la explotación, y de esta forma se puede torcer la voluntad de los gobiernos en el afán de saquear nuestros bienes comunes.
En La Rioja la lucha contra la mega-minería se inicia en el 2005 cuando comienza un proceso de resistencia de los pobladores de Famatina, una comunidad de 3500 habitantes. Esta resistencia trascendió las barreras departamentales a partir de los antecedentes expresados por el pueblo de Esquel (2003) con movilizaciones y la iniciativa de un plebiscito donde el “No a la explotación” fue contundente. Este hecho marcó un precedente importante y dejó dos huellas en el inconsciente colectivo:
1) La aseveración de que las multinacionales venían por nuestros recursos metalíferos, y que la extracción se haría a partir de la explotación a cielo abierto. Este tipo de emprendimientos, a diferencia de la explotación tradicional por socavón, incluye dinamitar la montaña, moler la piedra y, por medio de lavados con químicos (cianuro), en los diques de cola, separar la roca de los metales, principalmente el oro. Todo el proceso de lavado se realiza a cielo abierto.
Esta situación introdujo el elemento de la necesidad de formarnos e informarnos respecto a estos emprendimientos, sus particularidades y formas de manejo de estas empresas.
2) El otro elemento que introduce Esquel es que el pueblo movilizado puede resistir a la explotación, y de esta forma se puede torcer la voluntad de los gobiernos en el afán de saquear nuestros bienes comunes.
El contexto y la reacción popular
Para ser más objetivo el relato, agregamos que el contexto político en el país es favorable al gobierno nacional. A partir de haber generado distintas iniciativas en relación a reivindicaciones populares -algunas históricas y muy sentidas por el pueblo argentino como el tema de los DDHH-, como así también económicas, le permite al Kirchnerismo alcanzar una simpatía favorable frente a su gestión. Cabe decir también que la gran mayoría de estas iniciativas son de superficie y no estructurales, con el objetivo de recuperar las instituciones y la credibilidad de la casta política burguesa, rota luego de la crisis del 2001.
A esto le sumamos el contexto internacional: a mediados de los ‘90 surge como necesidad del gran capital internacional el desarrollo de un proyecto llamado Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (www.iirsa.org). Un proyecto que tiene por objetivo dotar de todo lo necesario para satisfacer un problema estratégico para el capitalismo que es la crisis de energías en el mundo y de recursos primarios, no renovables, para alimentar el mercado mundial, agotado en los países desarrollados.
Este proyecto también busca dotar de infraestructura (carreteras, puentes, aeropuertos, etc.) que les permita a las empresas multinacionales no tener ningún tipo de obstáculos a la hora de la extracción.
Por otra parte la herramienta política del capitalismo, para dar lugar a estos propósitos, fue el ALCA, la cual se ve interrumpida a partir del avance de los pueblos de América Latina que emergieron con resistencia a la trampa del neoliberalismo: “ALCA, al carajo” es la consigna.
Los hechos
Con los acontecimientos triunfantes en la provincia de La Rioja a fines del 2006 donde se logró expulsar a la empresa Barrik Gold, el pueblo queda con una victoria en su memoria, elemento necesario para enriquecer la voluntad a seguir resistiendo con optimismo.
Esta victoria fue capitalizada por el candidato de gobierno, Luis Beder Herrera (famatinense de nacimiento), quien hasta entonces ocupaba el cargo de Vicegobernador y se enfrentó al gobernador Ángel Maza (ambos del PJ) utilizando un discurso anti-minero; así alcanza la gobernación en las elecciones del 2007. A seis meses de haber asumido la gobernación, a través del lobby, presiona en la legislatura para derogar la ley anti-minera que había, con lobby también, aprobado en víspera de la lucha de los pueblos.
Esta traición también queda guardada en la memoria del pueblo y creemos que no es menor destacar estos acontecimientos ya que los hechos que nos van a preceder en el relato se dan a meses de que Beder Herrera asumiera un nuevo mandato.
Entre el 2007 y el 2011 nacieron y se disolvieron unas 10 asambleas en toda la provincia. Generalmente su creación tenía que ver con informaciones de posibles exploraciones en los diferentes territorios. Así nace la de Sanagasta y de la Costa riojana (Huaco, Santa Vera Cruz, Castro Barros, San Blas de los Sauces), zona en vía de ser explotada por poseer uranio; Asamblea de los Llanos (Olta, Patquía y Chamical), zona también rica en uranio, y las del Valle del Bermejo, especialmente en Guandacol, localidad lindante con Jachal (San Juan), por posible expansión del proyecto Gualcamayo.
Las que se mantienen desde entonces hasta hoy con vida orgánica, incluso dentro de la UAC, son las de Capital, Chilecito y Famatina.
En Septiembre de 2011, luego de lograr más del 50% de votos en las elecciones locales, Beder Herrera anuncia la firma de un nuevo convenio, esta vez con la empresa Osisko Mining Corporation, para la exploración del cerro Famatina. Frente a esto, en octubre se organiza una marcha que congregó a más de 2 mil personas bajo la consigna “Por Agua, Tierra, Trabajo y Justicia, no a la Mega-minería”. Una consigna contenedora de la subjetividad y las broncas populares del momento. La marcha se reedita en diciembre con mayor número de personas.
Antes de fin de año, el gobierno anuncia que el 16 de enero comenzaba la exploración en Famatina. A partir de ese momento los hechos se aceleran. El 16 de diciembre se realiza una pueblada en Famatina para expulsar a empresarios mineros y funcionarios locales, allí son descubiertas las “listas negras” con nombres de asambleístas, docentes y vecinos de Famatina y Chilecito comprometidos con la lucha.
La situación se repite el 27 de diciembre cuando el gobernador convoca a sus funcionarios a un almuerzo en Famatina. La pueblada se concentra en la Plaza principal del pueblo y se dan una serie de enfrentamientos donde algunos asambleístas y vecinos son imputados por agresiones.
El 2 de enero inicia un bloqueo en Alto Carrizal, la policía local se ve colapsada ya que la mayoría de los oficiales se resisten a enfrentarse a sus propios vecinos. Hay cambio de dirigencia policial en el departamento.
Al día siguiente, el gobierno envía un grupo pro-minero al corte, armados con machetes y vestidos de mineros. Frente a la tensión y la pasividad mostrada por parte del pueblo, la policía invita a los pro-mineros a retirarse y radicar denuncias correspondientes. Se suman así más asambleístas y vecinos judicializados, mientras que la investigación por las listas negras se cajonea.
El rol de los medios alternativos, herramientas del pueblo
El corte se nacionaliza, principalmente a partir de la militancia de los medios alternativos, los únicos que visibilizan la problemática sistemáticamente, como parte de una decisión política. También se suman herramientas como el Facebook y el Twitter que muestran como la comunidad busca informarse por vías alternativas ya que los medios oficiales no respondían a la necesidad de información de la gente.
En este marco, el intendente de Famatina, Ismael Bordagaray, que había sido reelecto a fines de 2011 con un expreso apoyo al gobierno, cambia su discurso ante la presión popular: “El corte es una medida que acompañamos desde el comienzo. Estamos al lado de los vecinos; siempre hemos sido compañeros de las medidas que ha tomado el pueblo”, fueron algunos de sus comentarios a mediados de enero.
Más movilización y errores del gobierno
El 16 de enero La Rioja vuelve a movilizarse, más de 5 mil personas salen a la calle. Anteriormente se habían realizado una serie de radios abiertas, organizadas por la Asamblea de Capital, a través de las cuales el pueblo de la Capital se vio interpelado, tanto por la brutalidad del discurso oficial y las acciones del gobierno, como por la dimensión nacional que va tomando el conflicto. Se logra recolectar comida, agua, medicinas y dinero para mantener el corte de Alto Carrizal. En Famatina también marchan con unas 3 mil personas.
El intendente de la Capital de La Rioja lee la coyuntura y se define apoyando las movilizaciones y declarando que el gobierno debería rever su política. Aprovecha la coyuntura para reclamar por una Ley de coparticipación Municipal. También cambian su política gremios como AMP y SITRAPP (ambos dentro de la CTA de Yaski) y comienzan a movilizar y solidarizarse con el corte.
Frente a esta coyuntura cada vez más masiva, Catamarca también se moviliza y el 24 de enero comienza un corte en la localidad de Belén, a la empresa La Alumbrera, y el 25 de enero vuelve a movilizarse La Rioja, en esta oportunidad se convoca a las asambleas del interior y se suman artistas locales -que habían comenzado a pronunciarse en contra de la megaminería- y nacionales. Se congregan unas 10 mil personas en la plaza principal. El reclamo era derogación del convenio con Osisko, del Código Minero y otras leyes permisivas y extractivitas.
Para estas instancias el gobernador y vice se habían ido de la provincia y el discurso oficial estaba vacío de línea y sin quien defienda la política. Los medios oficiales toman partido y se hacen cargo de la línea. La comunidad empieza a hacerles sentir los reclamos y deben modificar el discurso y darle lugar a las opiniones contra la política minera.
En Catamarca, por su parte, se suman en pocos días los cortes en Tinogasta y Santa María, y Amaicha, en Tucumán. Todos eran bloqueos selectivos a camiones que trasladan insumos a La Alumbrera. El frente de atención se traslada a estas provincias. Radio El Algarrobo (de la RNMA), de la Asamblea de Andalgalá, es el centro de la información con corresponsales en los cortes y cobertura total.
Mientras tanto, en La Rioja, el corte de Alto Carrizal cumple un mes. El gobernador y vice regresan a la provincia y comienza la publicidad y campaña mediática pro-minera. También comienzan los aprietes en las oficinas de la administración pública, a los funcionarios, Intendentes, Diputados y Concejales. El gobernador organiza reuniones para bajar la línea.
En Chilecito reprimen jornada tradicional de carnavales. Más de 100 personas son heridas. La policía ataca familias entras bajo la justificación de contener gresca entre jóvenes. Hay repudio de este hecho en toda la provincia.
Radio El Algarrobo de Andalgalá es interferida y la RNMA toma la iniciativa de la transmisión realizando postas entre los diferentes medios para cubrir los cortes. Para entonces algunos canales nacionales envían corresponsales a los lugares.
El 7 de febrero reprimen el corte en Belén, y dos días más tarde el de Santa María, Tinogasta y Amaicha. Todos ellos con serios vicios de ilegalidades como ingreso a propiedad privada sin autorización, robo de pertenencias y documentación de los asambleístas, balas de goma y gases frente a mujeres, niños y ancianos, desaparición de asambleístas pos varias horas, entre otros hechos. Por su parte, los mineros y empresarios montan una patota que prohíbe la entrada y salida de personas afines a la lucha antiminera. Entre las personas que prohíben la entrada están periodistas de TN y abogados de la SERPAJ (Servicio de Paz y Justicia, dirigido por Adolfo Pérez Esquivel). Frente a esto comienza a hacerse grotesca la ausencia de las autoridades y la justicia en general en estos pueblos, garantizando absolutamente las prácticas ilegales de estas patotas.
En este marco se acerca el segundo aniversario de la primera represión que vive Andalgalá y lanzan una convocatoria a conformar una Multisectorial, ya que la coyuntura supera a las estructuras populares y no puede ser resistida y enfrentada solo por las Asambleas. Tanto en Belén como en Tinogasta los cortes se retoman ya con mayor cantidad de personas del pueblo que salen a las calles multitudinariamente a repudiar la represión y la ausencia de la justicia en general.
En Buenos Aires, las organizaciones sociales ya habían comenzado a tomar medias y movilizar conjuntamente. A mediados de febrero convocan a una reunión donde también participan partidos políticos de izquierda para organizar una marcha nacional y delinear plan nacional de acción. Se convoca a una marcha para el 23 de febrero y se propone adherir a las resoluciones de la Multisectorial en Andalgalá.
Aparece en escena el gobierno nacional
Pese a que el conflicto estaba totalmente nacionalizado, hubo mudez por parte del gobierno nacional hasta la semana de la represión. Primero se conocen las declaraciones del Jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina quien manifiesta que “no se puede pasar por encima del pueblo”, y exhortó a los gobiernos de provincias mineras “a prestar atención a lo que dice el pueblo, ya que sin licencia social, no se puede pasar por encima del pueblo”. Luego de estas declaraciones, realizadas en Catamarca, son reprimidos brutalmente los bloqueos en esa provincia. Mientras tanto, en el marco de un acto de inauguración, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner monta una escena circense con un supuesto trabajador minero que reclama el deseo de "trabajar en paz", mientras la presidenta se manifestó pidiendo un "debate responsable y en serio". El trabajador minero se llama Armando Domínguez: es el actual presidente del PJ de la localidad de Olavarría y secretario General de la Asociación Obrera Minera de Argentina.
Por otra parte, y ante la convocatoria a la Multisectorial, se lanza la Organización Federal de Estados Mineros (OFEMI) conformada por las provincias de Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén y Jujuy. Frente a este escenario la reunión en Andagalá se concreta el 16 de febrero y se funda el Encuentro Multisectorial. Se escribe un documento donde queda plasmada la necesidad de articular acciones desde los sectores populares frente a la coyuntura; luego, el 23 se concreta en Buenos Aires la Marcha Nacional, donde participan miles de personas.
Un futuro por delante
Actualmente la situación está ‘aparentemente’ estable. Claro que por lo bajo las pujas expuestas se nos erizan la piel todos los días.
El Plan Minero Extractivo en nuestro país está decidido porque, como expusimos más arriba, es un pilar fundamental para desarrollo del Capitalismo, en vías de extinción, extinción que claramente la pagamos nosotros, el pueblo. Es por ello justamente que hemos decidido decirle No a este Plan. Sin embargo, y frente a la magnitud del mismo es necesario, urgente, que visualicemos una alternativa real, palpable, que responda a nuestros intereses. Es el momento de anteponer un proyecto popular a lo ya conocido: saqueo, hambre, corrupción.
El desafío es grande, tenemos que seguir profundizando las discusiones y animarnos a proponer y construir alternativa.
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