Desorientado -anda mas perdido que sordo en terremoto, parece un mamao bailando en una ciénaga-
En el boxeo, antes del knock-out, la persona que fue golpeada queda totalmente desorientada. Comienza a tambalear, se marea, pierde sus reflejos, parte de su audición, el equilibrio y se confunde; hasta que finalmente cae al suelo con todo su peso. Otros dicen que mientras más pesado es, más fuerte es el golpe que se siente. Eso es lo que HOY está pasando en nuestra querida Rioja. Un peso pesado de la política, recibió un fuerte golpe en su quijada, lo que está haciendo que pierda la noción, al punto tal de cometer más y más errores por la pérdida de su razón, hasta el punto tal en que finalmente caiga rendido al suelo.
El 29 de agosto de 2006, el por entonces Vice gobernador Luis Beder herrera, aparecía en los medios rodeado de alumnos y con una pancarta contundente: “No a la minería” y vociferando “El verdadero tesoro delcerro Famatina es el agua. Estamos en contra de que nos contaminen la tierra y el agua. Estamos en defensa de la vida”. bla bla bla…
Sólo dos años después, Beder Herrera –como gobernador– vetó la ley que prohibía la minería, se reunió con funcionarios nacionales para impulsar la extracción de minerales y recibió elogios de empresarios del sector. Las compañías megamineras obtuvieron sus permisos (sólo políticos) de exploración en el cerro Famatina, que el mismo Beder Herrera prometió proteger. Poco tiempo después, firmó convenios con chinos y canadienses para entregar nuestro Famatina, pero la ciudadanía se puso de pié, negó el permiso social e impidió con sus cuerpos que se toque al cerro más preciado.
Desde entonces, las estrategias del gobernador se multiplicaron: municipios paralelos, reuniones selectas, ligas de intendentes, sumado a la exploración de uranio para enfrentar la crisis energética de la provincia y el país, por no decir que intentaron preparar a la sociedad para que hablar de minería, sea algo común.
A partir de ese momento, sobrevino en la provincia una tarea de inteligencia, que incluyó adoctrinamiento con carácter de charlas informativas para la clase dirigente, el periodismo y la ciudadanía en general.
Este tipo de lobby estuvo siempre presente, aun cuando Beder Herrera (sin ser gobernador) luchaba contra Ángel Maza, afirmando que al agua de La Rioja, nadie la iba a sacar. Está presente, en cada una de las acciones encaradas por el Gobierno de la provincia (con el poder en la mano o en el bolsillo) en vista de generar riquezas y progreso para unos pocos y miseria para la mayoría. Sólo que de eso, nadie habla.
Desde el confundido gobierno se habla de un Valle que está muerto, se habla de desempleo, de subsidios por doquier. Se habla de una única salida posible y de remiendos. Pero de un futuro sano, no se animan a hablar.
En este contexto, el señor Gobernador busca desprestigiar a los que luchan para preservar la vida, evidenciando que la pulseada con el pueblo, se le escapa de las manos.
A través de sus medios de comunicación politiza la protesta. A través de su justicia, la judicializa y condena a todos quienes se quieran poner de pie para frenarlo.
Beder Herrera está confundido. Está golpeado y esos golpes que la sociedad le da día a día, lo están haciendo mostrar su vulnerabilidad. Su torpeza es cada vez más evidente y ya no mide las consecuencias de sus errores.
Entre tanto, el Gobernador reparte dulces a los intendentes que lo huelen por detrás y hace anuncios como el dique de Miranda, el camino a Chile o el tantas veces anunciado y nunca concretado, camino Chilecito – La Rioja.
Habla de encuestas, de información creíble y de imagen positiva, cuando en realidad las encuestas le dan negativas. Su imagen decae cada día más y la información que intenta en vano acercarle a la sociedad, es descreída y tildada de “mentirosa”, por quienes minuto a minuto se informan sobre las cuantiosas causas negativas que trae aparejada la megaminería contaminante a cielo abierto.
Bajada de línea
Esta semana, luego del discurso del gobernador en el inicio de sesiones de la legislatura, donde Beder se animó a cuestionar a los docentes, y donde también trató a los riojanos irónicamente de “vivos” por no explotar El Famatina, trascendió que desde el Ministerio de Educación provincial habrían elevado ciertas directivas para que los supervisores y directivos de los establecimientos educativos -por orden del Gobernador- prohíban a los docentes tratar el tema de la megaminería con los alumnos, prohíban el ingreso de las Asambleas a las escuelas, prohíban colocar carteles con mensajes en contra de la minería contaminante, como así también, hacer trabajos institucionales y para la Feria de las Ciencias en contra de la megaminería contaminante a cielo abierto.
La indiferencia
La indiferencia endurece psicológicamente. Algunas veces la indiferencia va asociada a una actitud de prepotencia o arrogancia. A partir de estas aclaraciones preliminares, es posible entender el empecinamiento de un funcionario público, que ha demostrado en reiteradas ocasiones que el pueblo no le importa, al contrario, es un obstáculo que hay que sortear cueste lo que cueste, de todos modos es consciente que una re-reelección en su carrera política es un imposible de alcanzar. Los errores se pagan con creces.
Pero si de creces se trata, para dentro de cuatro años, las alforjas estarán llenas y las leyes mineras, aseguradas en esta provincia.
Para nuestro Gobernador, según lo dice la historia, no existen los ideales, defender los valores como la vida y la naturaleza es un problema de los subversivos o golpistas que amenazan con pancartas o barbijos. Para el mandatario provincial, sólo existen los negocios con el poder- frente a esta situación, cabe el siguiente interrogante: ¿Un representante elegido por el pueblo, a quién representa y qué intereses persigue?.
Se habla de diálogo, de consenso y ¿se usa el prepo para lograr los objetivos?. Con esta actitud, nuestro Gobernador sólo asusta a su entorno, a los políticos y a la prensa que le obedece. No así al pueblo y mucho menos a nuestra presidenta, que lo ve como un títere al que hay que manejar para abrir el camino a las empresas mineras, las mismas que financiaron su campaña electoral de 2007. En fin, los archivos periodísticos, son el mejor -o el peor- de los testigos.
Mientras tanto, el pueblo riojano se multiplica en su posición de salvar el único patrimonio genuino que tiene, y espera consciente, porque no hay peor lucha que la que se abandona a mitad de camino; a la vez que promete no bajar los brazos. Ya lo demostró en la última marcha en la ciudad de La Rioja, donde se congregaron pacíficamente unas 15 mil personas, doblándole el brazo al poder, que a fuerza de millonarios “estímulos”, no lograron más de 2 mil “cariñosos” que aplaudan los caprichos del gobernador.
0-800 - 666 - “demasiado tarde”
Uno de los peores males que puede cometer un ciudadano, es sin duda alguna, la indiferencia. Ese egoísta peregrinar por la vida sin pensar en los demás. La indiferencia nos lleva a ser esclavos de nosotros mismos. La indiferencia tiene mucho que ver con la complicidad, aunque no se admita. Justificada de mil maneras diferentes, no puede callar lo que es, tranquilidad pagada con el miedo. Según el Gobierno provincial vivimos en un Valle muerto, y claro sin industrias es muy difícil proyectar un futuro promisorio.
Así, la indiferencia de vivir sin importar el vivir ajeno, hace morir de a poco. ¿Acaso no es éste el negocio de las mega mineras, un progreso momentáneo y luego la desolación? Eso sí, es muy probable que dejen un 0-800, en donde la voz que reciba su llamada le diga: “si quiere quejarse porque el agua tiene un poquito de cianuro, marque 1, se quiere arrepentirse por dejar que sucediera lo evitable, marque 2, si quiere revertir la situación… ya es demasiado tarde”. Tuu, tuu, tuu…
Pese a la indiferencia, el indiferente sólo parece estremecerse si le tocan el bolsillo, colocado en esta postura es capaz de olvidarse por qué está en un lugar en que está (aunque sea elegido por voluntad popular), confirmando una vez más que el hombre está hecho de errores y que “Humanum errare est”, lo cual no justifica su falta de compromiso con el pueblo que lo eligió, para representar los intereses de todos.
En la lumbre de la indiferencia, se intenta en vano quemar la verdadera historia de un pueblo que todos los días sueña con un futuro mejor. Pero la esperanza no muere, por el contrario hoy se multiplica, cada vez son más los ciudadanos que luchan contra la indiferencia, militando por la defensa de nuestros derechos.
Estos ciudadanos quedarán en la historia heroica de Chilecito y Famatina. Son quienes escriben, batallan, gritan, protestan y pelean, liberando poderosos sentimientos que fueron promovidos, por esa insultante indiferencia que mostraron para con ellos.
Sólo dos años después, Beder Herrera –como gobernador– vetó la ley que prohibía la minería, se reunió con funcionarios nacionales para impulsar la extracción de minerales y recibió elogios de empresarios del sector. Las compañías megamineras obtuvieron sus permisos (sólo políticos) de exploración en el cerro Famatina, que el mismo Beder Herrera prometió proteger. Poco tiempo después, firmó convenios con chinos y canadienses para entregar nuestro Famatina, pero la ciudadanía se puso de pié, negó el permiso social e impidió con sus cuerpos que se toque al cerro más preciado.
Desde entonces, las estrategias del gobernador se multiplicaron: municipios paralelos, reuniones selectas, ligas de intendentes, sumado a la exploración de uranio para enfrentar la crisis energética de la provincia y el país, por no decir que intentaron preparar a la sociedad para que hablar de minería, sea algo común.
A partir de ese momento, sobrevino en la provincia una tarea de inteligencia, que incluyó adoctrinamiento con carácter de charlas informativas para la clase dirigente, el periodismo y la ciudadanía en general.
Este tipo de lobby estuvo siempre presente, aun cuando Beder Herrera (sin ser gobernador) luchaba contra Ángel Maza, afirmando que al agua de La Rioja, nadie la iba a sacar. Está presente, en cada una de las acciones encaradas por el Gobierno de la provincia (con el poder en la mano o en el bolsillo) en vista de generar riquezas y progreso para unos pocos y miseria para la mayoría. Sólo que de eso, nadie habla.
Desde el confundido gobierno se habla de un Valle que está muerto, se habla de desempleo, de subsidios por doquier. Se habla de una única salida posible y de remiendos. Pero de un futuro sano, no se animan a hablar.
En este contexto, el señor Gobernador busca desprestigiar a los que luchan para preservar la vida, evidenciando que la pulseada con el pueblo, se le escapa de las manos.
A través de sus medios de comunicación politiza la protesta. A través de su justicia, la judicializa y condena a todos quienes se quieran poner de pie para frenarlo.
Beder Herrera está confundido. Está golpeado y esos golpes que la sociedad le da día a día, lo están haciendo mostrar su vulnerabilidad. Su torpeza es cada vez más evidente y ya no mide las consecuencias de sus errores.
Entre tanto, el Gobernador reparte dulces a los intendentes que lo huelen por detrás y hace anuncios como el dique de Miranda, el camino a Chile o el tantas veces anunciado y nunca concretado, camino Chilecito – La Rioja.
Habla de encuestas, de información creíble y de imagen positiva, cuando en realidad las encuestas le dan negativas. Su imagen decae cada día más y la información que intenta en vano acercarle a la sociedad, es descreída y tildada de “mentirosa”, por quienes minuto a minuto se informan sobre las cuantiosas causas negativas que trae aparejada la megaminería contaminante a cielo abierto.
Bajada de línea
Esta semana, luego del discurso del gobernador en el inicio de sesiones de la legislatura, donde Beder se animó a cuestionar a los docentes, y donde también trató a los riojanos irónicamente de “vivos” por no explotar El Famatina, trascendió que desde el Ministerio de Educación provincial habrían elevado ciertas directivas para que los supervisores y directivos de los establecimientos educativos -por orden del Gobernador- prohíban a los docentes tratar el tema de la megaminería con los alumnos, prohíban el ingreso de las Asambleas a las escuelas, prohíban colocar carteles con mensajes en contra de la minería contaminante, como así también, hacer trabajos institucionales y para la Feria de las Ciencias en contra de la megaminería contaminante a cielo abierto.
La indiferencia
La indiferencia endurece psicológicamente. Algunas veces la indiferencia va asociada a una actitud de prepotencia o arrogancia. A partir de estas aclaraciones preliminares, es posible entender el empecinamiento de un funcionario público, que ha demostrado en reiteradas ocasiones que el pueblo no le importa, al contrario, es un obstáculo que hay que sortear cueste lo que cueste, de todos modos es consciente que una re-reelección en su carrera política es un imposible de alcanzar. Los errores se pagan con creces.
Pero si de creces se trata, para dentro de cuatro años, las alforjas estarán llenas y las leyes mineras, aseguradas en esta provincia.
Para nuestro Gobernador, según lo dice la historia, no existen los ideales, defender los valores como la vida y la naturaleza es un problema de los subversivos o golpistas que amenazan con pancartas o barbijos. Para el mandatario provincial, sólo existen los negocios con el poder- frente a esta situación, cabe el siguiente interrogante: ¿Un representante elegido por el pueblo, a quién representa y qué intereses persigue?.
Se habla de diálogo, de consenso y ¿se usa el prepo para lograr los objetivos?. Con esta actitud, nuestro Gobernador sólo asusta a su entorno, a los políticos y a la prensa que le obedece. No así al pueblo y mucho menos a nuestra presidenta, que lo ve como un títere al que hay que manejar para abrir el camino a las empresas mineras, las mismas que financiaron su campaña electoral de 2007. En fin, los archivos periodísticos, son el mejor -o el peor- de los testigos.
Mientras tanto, el pueblo riojano se multiplica en su posición de salvar el único patrimonio genuino que tiene, y espera consciente, porque no hay peor lucha que la que se abandona a mitad de camino; a la vez que promete no bajar los brazos. Ya lo demostró en la última marcha en la ciudad de La Rioja, donde se congregaron pacíficamente unas 15 mil personas, doblándole el brazo al poder, que a fuerza de millonarios “estímulos”, no lograron más de 2 mil “cariñosos” que aplaudan los caprichos del gobernador.
0-800 - 666 - “demasiado tarde”
Uno de los peores males que puede cometer un ciudadano, es sin duda alguna, la indiferencia. Ese egoísta peregrinar por la vida sin pensar en los demás. La indiferencia nos lleva a ser esclavos de nosotros mismos. La indiferencia tiene mucho que ver con la complicidad, aunque no se admita. Justificada de mil maneras diferentes, no puede callar lo que es, tranquilidad pagada con el miedo. Según el Gobierno provincial vivimos en un Valle muerto, y claro sin industrias es muy difícil proyectar un futuro promisorio.
Así, la indiferencia de vivir sin importar el vivir ajeno, hace morir de a poco. ¿Acaso no es éste el negocio de las mega mineras, un progreso momentáneo y luego la desolación? Eso sí, es muy probable que dejen un 0-800, en donde la voz que reciba su llamada le diga: “si quiere quejarse porque el agua tiene un poquito de cianuro, marque 1, se quiere arrepentirse por dejar que sucediera lo evitable, marque 2, si quiere revertir la situación… ya es demasiado tarde”. Tuu, tuu, tuu…
Pese a la indiferencia, el indiferente sólo parece estremecerse si le tocan el bolsillo, colocado en esta postura es capaz de olvidarse por qué está en un lugar en que está (aunque sea elegido por voluntad popular), confirmando una vez más que el hombre está hecho de errores y que “Humanum errare est”, lo cual no justifica su falta de compromiso con el pueblo que lo eligió, para representar los intereses de todos.
En la lumbre de la indiferencia, se intenta en vano quemar la verdadera historia de un pueblo que todos los días sueña con un futuro mejor. Pero la esperanza no muere, por el contrario hoy se multiplica, cada vez son más los ciudadanos que luchan contra la indiferencia, militando por la defensa de nuestros derechos.
Estos ciudadanos quedarán en la historia heroica de Chilecito y Famatina. Son quienes escriben, batallan, gritan, protestan y pelean, liberando poderosos sentimientos que fueron promovidos, por esa insultante indiferencia que mostraron para con ellos.
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