domingo, 12 de octubre de 2008

CURROS SOCIEDAD DEL ESTADO

La Legislatura creó el ente estatal minero y energético

Por ley, la Cámara de Diputados creó ayer la nueva empresa de “Energía y Minerales Sociedad del Estado”, que tendrá la Provincia para administrar los recursos energéticos y mineros riojanos. Después de la cuestionada YAMIRI, que en su origen fue estatal hasta devenir en una sociedad anónima, la nueva creación germina bajo un manto de recelo.


Finalmente, y después de un intenso debate interno, los diputados aprobaron la empresa que fue promovida por el propio Gobernador, y elaborada con la pluma del presidente del bloque, Mario Guzmán Soria, en un contexto más claro respecto a la política minera que tendrá este Gobierno, pero con la sombra de la polémica y cuestionada YAMIRI (Yacimientos Mineros Riojanos) S.A.

El proyecto de Guzmán Soria se presentó en el mes de abril, y desde entonces permaneció en comisión para recién ser aprobado cinco meses más tarde, después de que el Gobierno sinceró su política sobre minería, y firmó hace menos de un mes convenios con la CNEA para la exploración de uranio en La Rioja.

Dicho proyecto -ahora convertido en ley- se terminó de “pulir” minutos antes de iniciarse la sesión, cuando los diputados se reunieron con el asesor General, Héctor Durán Sabas, el secretario de la Gobernación, Luis Brizuela y el fiscal de Estado, Gastón Mercado Luna.

Las principales diferencias en torno a la flamante empresa estuvieron referidas a la figura jurídica bajo la cual se crearía, y los controles de legalidad -o la falta de éstos- por parte de los órganos destinados para tal fin, como el Tribunal del Cuentas de la Provincia.

Finalmente, y después de plantearse la “sociedad anónima” como figura legal de la empresa (propuesta del diputado Jorge Basso), EMSE se creó como una Sociedad del Estado, que regirá su funcionamiento por la ley nacional Nº 20.705 (de Sociedades del Estado).

LA SOMBRA DE YAMIRI

El recelo por la figura jurídica, que plantearon en un principio diputados como Basso, tenía como telón de fondo el fantasma de la empresa YAMIRI, que pasó de ser estatal, a una de Economía Mixta hasta derivar en una sociedad anónima, donde el Estado provincial sólo se quedó con un 20 por ciento de las acciones, y el resto se repartieron en manos privadas.

Pero los promotores de la nueva empresa vendieron la iniciativa esmerándose en diferenciarla de aquella, denunciada por el bederismo para atacar al ex gobernador Angel Maza al denunciar que en su gestión se produjo el “vaciamiento” del patrimonio.

Así la defendieron el propio Guzmán Soria y el capitalino Jorge Basso, que pese a su oposición en la sesión de ayer terminó acordando con sus pares y aseguró que la ley fue tratada “con buena leche”.

El presidente del bloque Justicialista denunció que YAMIRI significó “el mayor desfalco del que tiene memoria reciente La Rioja”, donde “cerca de 800 minas fueros transferidas a esta empresa cuando era sociedad del Estado, y de un día para el otro sin saber por cuánto, se vendieron esas acciones a privados y no sabemos quiénes son, y entonces nos quedamos en la pampa y la vía”.

SOCIEDAD DEL ESTADO

La ley de creación fue sancionada con retoques al proyecto original, que se aplicaron minutos antes de iniciada la sesión y no fueron explicitados ya que -como sucede habitualmente- se aprobó a libro cerrado, y no contó con firma del presidente de la comisión donde se estudiaba, el capitalino Ramón Vera, por estar en desacuerdo.

Las Sociedades del Estado, según lo establece la ley que regula su funcionamiento, son aquellas que con exclusión de toda participación de capitales privados, constituyan el Estado nacional, los Estados provinciales, los municipios, los organismos estatales legalmente autorizados al efecto, o las sociedades que se constituyan en orden a lo establecido por la presente ley, para desarrollar actividades de carácter industrial y comercial o explotar servicios públicos”.

Sin embargo, EMSE podrá asociarse con el Estado nacional, entidades intermedias, particulares y otras empresas (que puedan invertir el capital), y así formar otras sociedades -como una mixta- para realizar un objetivo determinado que no pueda llevar a cabo directamente, como es el caso de la minería (así lo dispone el Código Minero).

“ES LA MAYOR GARANTíA QUE PODEMOS DAR”

Así defendió el presidente de la bancada Justicialista la creación de la nueva empresa, que es similar a la que funciona en la provincia de San Juan, y que en La Rioja fue elaborada por él.

“Con esto, el Estado construye una personalidad jurídica distinta para permitirse la explotación y la incorporación como un privado más, dentro de la actividad minera, pero jamás pueden transformarse en otra cosa que la que nosotros establecemos”, enfatizó el chepeño antes de que sea sancionada la norma.

Luego aclaró que “solamente el Estado” va a ser socio de esta empresa, para lo cual citó el artículo 3º de la ley 20.705, donde deja establecido que “en ningún caso las Sociedades del Estado podrán transformarse en sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria, ni admitir, bajo cualquier modalidad, la incorporación a su capital, de capitales privados”.

Dijo que el objetivo era “mejorar” la situación legal de la Provincia “en cuanto a la percepción de impuestos de la actividad minera”, ya que sumado el IVA, el impuesto a las ganancias, y las retenciones que se hacen sobre la actividad minera, deriva en una pequeña porción para La Rioja.

Interrogado sobre los controles que tendrá dicha empresa, el legislador aclaró que existirán, pero explicó que al tratarse de una sociedad del Estado “no es necesario un control con anterioridad”, y aseguró que existirán “luego de terminado los actos que haga la sociedad”.

“Crearla como un Sociedad del Estado, es la mayor de las garantías que podemos proporcionar a los riojanos, de que esta empresa seguirá siendo estatal”, argumentó para luego reconocer que “las coyunturas políticas pueden decidir otra cosa, pero en lo que a mí respecta lo voy a defender a rajatabla”.

Finalmente, en nombre del cuerpo dijo responsabilizar “al propio Estado de la continuidad y de las consecuencias que va a tener”.

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