Sábado 8 de marzo, aun año del corte en Peñas Negras:El amanecer asomaba y el cielo solo dejaba entrever entre las nubes reflejos de un sol que anunciaba una jornada calorosa. Organizados en tres autos, un grupo de 15 asambleístas de Chilecito, Pituil y Chañarmuyo, nos encaminábamos al encuentro de los compañeros de la asamblea de la Capital que tuvo la iniciativa de hacer el corte de ruta en Patquia, nudo vial que comunica a La Rioja con el resto de provincias del sur y del este. La idea era hacer notar la resistencia. Las asambleas denunciamos, por medio de un comunicado, el intento de silenciar la voz de la resistencia mediante la cooptación de los medios de comunicación por parte de las mineras y sus obreros funcionarios. Es mas, uno de ellos (Radio FENIX y su obrero Laburanti) trato de desvirtuar al movimiento en un acto desesperado para desarticular, desmovilizar y evitar el corte o al menos debilitarlo. Loa menos, compañeros principiantes, fueron funcionales a este hecho y prefirieron refugiares ante la comodidad de la excusa perfecta de la duda para no concurrir al corte y ponerle el cuerpo al discurso que vienen pronunciando.Los mas, ya acostumbrados a estos avatares y conocedores de las estrategias de los empresarios y sus lobistas funcionarios de gobierno, nos juntamos en el cruce de rutas. Entre mates y bizcochos organizábamos la dinámica del corte. Banderas Argentina, pasacalles y carteles con leyendas que reflejan el mensaje que endurecen la postura con el gobierno, se desplegaban por las rutas. Hombre y mujeres se apropiaron de un espacio público y cortamos la ruta a partir de las 9,00hs. De inmediato se hizo presente “la ley”, un par de policías se acerco preguntando por los organizadores y responsables del corte para hablar con ellos. Pobres hermanos policías, les respondimos que todos somos todo, que no hay uno, que hay colectivo y eso, se nota.El mate corría entre los que cortábamos y los cortados; las asambleas intercambiaban folletos, direcciones y opiniones. Alegría, decisión, solidaridad, se respiraba pueblo, se respiraba democracia.Mientras los vehículos se acumulaban, se repartía folleteria explicativa y se recibía adhesiones y algunos que otros insultos y atropellos. Cada una hora se abría el paso y ante los bocinazos y el pulgar en alto, expresión de solidaridad, los asambleístas aplaudían retribuyendo el gesto. A lo largo del corte no se hizo presente ningún medio de comunicación, casualidad? NO, estamos absolutamente seguros de que el plan estratégico de comunicación para las mineras esta en pleno desarrollo. La falta de cobertura, es parte de ello. Solo se acerco una corresponsal de América TV, de La Plata que casualmente transitaba por la ruta y cubrió entusiasta el hecho. Cerca de las 13hs. se levantó el corte y bajo el escaso follaje de un viejo algarrobo se improviso el almuerzo mientras se desarrollaba una asamblea que dio tratamiento a varios temas y se acordaban posibles acciones para un futuro inmediato. Finalmente, con abrazos y con la alegría de haber compartido con los hermanos y las hermanas de todas las asambleas, nos despedimos sabiendo que a pesar de las distancias geográficas, estamos unidos en un objetivo en común, defender la vida, la soberanía sobre los bienes comunes y la autodeterminación de los pueblos.
Crónica de la visita a Vinchina
El lunes 10 y tal cual se acordó con el compañero Fernando Zavaley visitamos Vinchina. A las 6,30 de la mañana un grupo de compañeros de Chilecito esperábamos la combi de don Pepito que venia de Famatina con los cumpas de ahí. Había llovido toda la noche y la policía informo que la cuesta de Miranda no estaba transitable por los derrumbes. Así que a mal tiempo buena cara, nos predispusimos para hacer la ruta por Patquia, cosa que duplica en kilometrajes.Un rato manejaba Pepito y otro Pololo, entre mates, galletas, biscochos, unas cuantas cabeceadas y abundantes comentarios de lo ocurrido a un año del corte en Peña Negra, transitábamos la ruta a baja velocidad camino a Vinchina. Cerca de la una de la tarde, por fin llegábamos. Ñico Zavaley en la vereda de su casa nos esperaba para invitarnos a compartir un sabroso corderito asado con su familia. Hospitalidad, compromiso y un gran amor por el terruño se respira en el hogar del cumpa Ñico.Por la siesta intentamos visitar a los vecinos, pero nada interrumpe la siestita en una tarde lluviosa. Dejamos algunos folletos por debajo de las puertas y a las 16 nos fuimos al colegio secundario donde se organizaba el encuentro. Ahí nos esperaban con una calurosa bienvenida el rector y un nutrido grupo de docentes, padres y alumnos que esa tarde iniciaban el ciclo lectivo.Los vecinos de Vinchina y alguno que otro de los pueblos aledaños, se sorprendieron por el camino recorrido en la lucha y agradecieron la visita.
Falta información, se escucho decir muchas veces, y eso es lo que les llevábamos. Contactos y la experiencia de organización de las asambleas ya conformadas como para que los hermanos y hermanas de Vinchina se organicen. Hay compromiso, preocupación y muchas ganas de resistir al saqueo y la contaminación.“Vuelvan, tienen las puertas abiertas de nuestra escuela y nuestro pueblo” nos lo dijeron una y mil veces, y así será, sencillamente porque hermanados y en solidaridad ganaremos esta lucha. Camila nos invito a su casa para recargar los termos y emprender el regreso a casa a las 19,30 llegando a Chilecito a la1,30hs. muy cansados pero felices. Nuestra voz crece y se esta escuchando, cada vez somos mas. Estamos globalizando la lucha, estamos globalizando la esperanza.
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