La minera canadiense reconoció a sus accionistas que sin el respaldo de la comunidad no podría llevar adelante la explotación.
Por Pablo Waisberg
La canadiense Osisko Mining Corporation ratificó ayer su decisión de explorar el cerro Famatina para saber cuánto oro hay en su subsuelo y reiteró que, junto con las puntadas finales al informe de impacto ambiental, está diseñando un “importante plan de comunicación” para “despejar dudas” sobre la actividad. Así lo detalló en un comunicado difundido por su subsidiaria riojana Minera El Portal (MEP).
“Es terminantemente falsa la interpretación indicando que se cancela el proyecto de exploración”, indicó la minera en el primer párrafo del comunicado enviado a BAE y destinado a corregir una “interpretación forzada” -como definió una fuente- sobre un informe a sus accionistas publicado en la página web de Osisko.
En tanto, la empresa sigue elaborando el informe de impacto ambiental para desarrollar la prospección y exploración para saber qué capacidad de producción tendrían en la zona. Ese informe se presentará ante el gobierno de La Rioja, tal como lo establece el convenio firmado en agosto pasado con la estatal jujeña Energía y Minerales Sociedad del Estado (EMSE).
En el press release destinado a los accionistas que generó la confusión –que está fechado en Montreal el 30 de enero pasado– se precisó que los representantes locales de la minera están diseñando el programa de información a la comunidad, que está directamente relacionado con el aval social para el emprendimiento. Para Osisko, como ocurre con todas las mineras a cielo abierto, ese apoyo de la comunidad donde se inserta la mina es imprescindible para poder funcionar. Por eso, en el documento que generó la interpretación errónea, definieron que “si no hay licencia social para la exploración y desarrollo en el área del proyecto Famatina, MEP no llevará adelante los trabajos”.
Pero esa decisión podría tomarse en el largo plazo. Una fuente consultada por este diario habló de “diez años” y minimizó la extensión de la protesta: “Por ahora no son más de cien tipos cortando la ruta”. Además, en el comunicado de la minera se puntualizó que “el bloqueo continuo” en el Alto Carrizal “no han tenido ningún impacto sobre el trabajo de campo”.
Antes de que se cumpla esa década de plazo, la minera canadiense intentará modificar la visión que las poblaciones de Famatina y Chilecito –unas 12.000 personas– tienen sobre la actividad. Lo mismo comenzaron a hacer desde la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), donde sintieron el impacto general por la movilización en Jujuy, que se extendió a otras provincias.
El “plan de comunicación” que elabora Minera El Portal –según se detalló en el comunicado que se distribuyó ayer– está “en sintonía” con el que diseñó la gobernación riojana para “esclarecer, informar y despejar dudas”.
Además, prevén el armado de un paquete de políticas de “responsabilidad social empresaria”, se desarrollan todas las empresas del sector y es parte del plan de acercamiento a las comunidades. Allí se incluyen programas para que los adultos finalicen sus estudios secundarios y de formación para sus empleados, creación de polideportivos, escuelas y maternidades, y el desarrollo de pymes que trabajan con la minera.
Ese cuidado en la comunicación y en la relación con la comunidad, que se cultivó especialmente en la última década, está cruzado por el fantasma de Mendoza, donde la Legislatura debió votar en contra de un proyecto minero, y del retiro de Barrick Gold de Famatina, en 2006. En ambos casos, la presión social determinó el resultado.
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