MINERÍA A CIELO ABIERTO EN FAMATINA: OTRA DEMOSTRACIÓN DEL DESPERTAR DE LOS PUEBLOS

Cómo habrán visto en los medios durante estos días, hay un debate instalado en la agenda sobre la minería a cielo abierto. El pueblo de Famatina, en La Rioja, se viene manifestando contra la explotación del cerro, ya que argumentan que las multinacionales que extraen las riquezas de nuestras tierras, sólo dejan contaminación (con el cianuro que utilizan para fundir los minerales como el oro), miseria (ya que no pagan más que el 2, o 3% de impuestos y se llevan todas las riquezas), y saquean un recurso tan valioso como el agua.

Del otro lado, las empresas que desembarcan por estas latitudes, afirman que los métodos que utilizan no son contaminantes (y muestran pruebas de ello con ejemplos de explotaciones similares en otros países), que las regalías que pagan son abundantes, y que además dan empleo y mueven las economías regionales con el efecto “derrame” que genera la instalación de semejantes industrias en lugares tan humildes.

La posición del gobernador de La Rioja, Beder Herrera, un aliado del kirchnerismo (muy incómodo por cierto, ya que este personaje encarna lo que tanto critica el Gobierno: la década del 90’), es lo más vergonzoso de este asunto. Ganó las elecciones en 2007 jugándose fuertemente contra la Barrick Gold (ver video), que en aquel entonces era la principal interesada en explotar el Famatina, y ahora, además de firmar el convenio con Osisko, la canadiense que explotará (en doble sentido) el cerro, defiende la minería afirmando que no va a contaminar, y dice que es la única alternativa de crecimiento para la provincia.



La verdad que como en todos estos asuntos, hay estudios de uno y otro lado que prueban y justifican los argumentos de cada uno de los sectores en disputa, por lo que se hace muy difícil inclinarse para uno u otro lado de la balanza por el mero justificativo científico, o técnico.

En estos problemas creo yo que juegan un papel más importante los componentes ideológicos de cada uno para adoptar una posición. También considero importante analizar el contexto en que se dan estas pujas (se están agotando los recursos naturales y los tentáculos de las multinacionales cada vez deben extenderse más) y los propósitos de cada “bando” (por un lado empresas que buscan optimizar ganancias como sucede siempre en este sistema imperante, y por otro un pueblo que defiende sus tierras y sus riquezas naturales).


Como se podrán imaginar, mi postura es a favor del pueblo, y en contra de la explotación de nuestras riquezas por parte de empresas extranjeras que a la larga, sólo dejan un montón de escombros, ya que cuando los recursos se agotan, se van y sólo dejan desolación. Nada bueno puede venir de estos buitres con alcance mundial, sólo te “engolosinan” con sus beneficios materiales a corto plazo, y se llevan todo. “Pan para hoy, hambre para mañana”, expresa el dicho popular.

Lo más destacable de todo este asunto, es la unión del pueblo. Hay un despertar de las bases sociales que se está dando a nivel mundial (indignados europeos; revueltas populares en África y Oriente, manifestaciones en pleno New York, etc.) que es muy esperanzador.

La gente está cansada del saqueo, de la explotación, de la desigualdad, de la humillación, y está tomando consciencia de que la única forma de combatir esto es uniéndose y luchando contra ese poder económico que corrompe al político, y pretende llevarse todo por delante.

Por eso, es realmente admirable lo que están haciendo los vecinos de Famatina, los pobladores de La Rioja, y los activistas en todas las provincias que han “abrazado” la digna causa del pueblo riojano, que se ha expresado con contundencia y le dijo NO a la minería. Nuestros representantes, ¿escucharán este grito unívoco, potente, valiente y vigoroso? ¿O seguirán escuchando y actuando como lacayos del poder económico mundial?

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